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DRAMATURGIA - TECNICA -LOS TIPOS DE CONFLICTOS |
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LOS TIPOS DE CONFLICTOS Ir a Sub Menú ACTUACIÓN |
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No hay nuevas historias.
Ningún autor moderno innova. Polti no solamente distinguió una lista comprehensiva de tramas literarias, él investigó para saber quién fue el primero en escribirlo. Es que todas las tramas básicas de literatura habían sido ya elaboradas desde la antigüedad. Una tesis mostró que cada una de las 36 tramas están en la Biblia. Otros autores influenciados por Polti han hecho otras listas más lógicas, o más precisas, y por lo general, no importa cuales criterios escogen, llegan a un número menor que 36. Por ejemplo, Ronald Tobias recientemente
escribió un libro llamado las "20 Tramas Maestras" (de
literatura), tomando muchas de Polti, pero con algunos ajustes lógicos.
Verán que los ajustes generalmente reducen la lista de tramas distintas.
LA
INNOVACIÓN DE ESCRIBIR
No es difícil escribir otro libro. Lo difícil es escribir un libro
interesante. Y un libro interesante no lo es porque es nuevo, o de una
situación que nadie ha considerado antes. Es imposible escribir un libro
verdaderamente nuevo. Todas las situaciones dramáticas ya han sido
usadas.
Lo que hace a un libro interesante no es innovación. Lo que hace a un libro interesante puede ser lo mismo que hace a un mensaje interesante. Generalmente un buen mensaje es uno
predecible, con conclusiones anticipadas. No pretendo decirte la clave
para hacer buenos mensajes, solamente te digo que lo que lo hace bueno no
es novedad.
1 "hombre contra naturaleza," 2 "hombre contra hombre," 3 "hombre contra sí mismo."
LAS
TRAMAS Y EL CONFLICTO
Todas las tramas de literatura se pueden categorizar bajo una sola
cabeza. Conflicto. Toda literatura tiene el tema de conflicto, aun si es
conflicto interior, con el pecado, la responsabilidad, o la conciencia.
Sin conflicto no hay historia. Imagina leer un libro donde no hay
conflicto, no hay dilema, no hay situación difícil. Es como cuando
alguien te quiere contar algo, y sigue su monotonía sin respiro, sin
llegar a una conclusión, o simplemente sin llegar. Conflicto es lo que interesa. ¿Quieres escribir una novela, de ficción o historia real? Descubre el dilema, el conflicto verdadero. Saber explicar el conflicto es el trabajo del autor. Y ayuda a la predicación también. Sin embargo, verás que no todos los conflictos son creados iguales. Algunas historias, de literatura o ya convertidas en películas, aburren, mientras otras interesan. Las historias que interesan son las que hablan de conflicto inevitable. En conflicto hay dos lados opuestos. Con dos lados entonces hay tres posibilidades.
1. Ninguno tiene razón. 2. Uno tiene razón. 3. Ambos tienen razón.
EL
CONFLICTO
Hay dos tipos de conflictos
1-el conflicto absurdo, 2-el conflicto necesario.
Un conflicto innecesario
es cuando los dos lados pueden evitarlo. Cualquier de los dos puede decidir no luchar, y la lucha no materializa, y no hay consecuencias negativas por no luchar. O sea, no hay impulso básico que constriñe a ninguno pelear. No hay necesidad sustancial que inclina a los objetivos, de ningún lado. Es conflicto de ignorancia, o necedad. O sea, no hay nada que produce simpatía en nosotros. Son conflictos insensatos e innecesarios, aunque son suficiente comunes para ver ejemplos casi todos los días. Muchos conflictos de niñez parecían muy importantes en el momento, pero ahora, siendo adultos, no se nos hacen meritorios. Hemos visto conflictos en el tráfico que fueron precisamente irracionales. Los dos hicieron cosas que
no les benefició nada, ni tenían la apariencia de beneficio. Leer un libro serio sobre conflicto tonto
Si es para reírse, es una cosa. Pero literatura seria que
trata conflictos innecesarios es por mi definición literatura mala. Es inaguantable soportar la historia. Como nos cansan los conflictos entre
niños, tanto que no nos importa quién tiene razón, solamente que se
callen, es absurdo leer un libro sobre un conflicto absurdo. Por lo menos
un lado tiene que tener razón. Tenemos que simpatizar con alguien en la
historia o no llama la atención. Es por eso que aunque hay muchos
conflictos insensatos en nuestra experiencia, autores no suelen escribir
libros sobre esos. Un
Conflicto Necesario El conflicto "necesario" también categorizamos como "evitable." Un conflicto necesario es aquel que un lado pudo haber evitado, pero como no quiso, el otro lado no tiene alternativa sino pelear. Hay conflictos causados por injusticias insensatas, y por eso son evitables, pero aun si no materializa en lucha, por ser las víctimas indefensas, Siempre habrán quienes agreden, quienes roban, quienes hacen violencia por amor a la violencia solamente.
Injusticias abundan. La lucha entonces es necesario, aunque por
definición era evitable. No había necesidad por parte del agresor, no
había motivo legítimo. La "víctima" es forzado pelear, o
resistir, o someterse (lo cual también es conflicto, aunque
"interior," pues si no lo fuera, no sería
"sumisión"). El conflicto necesario siempre causa simpatía por el "héroe." Es conflicto entre "buenos" y "malos," los de sombrero blanco y los de sombrero negro, lo cual es tema de mucha literatura. Es tema de muchas películas "exitosas." Y francamente el conflicto necesario produce predicación buena y fructífera. Existen villanos que deben ser expuestos. Existen injusticias que deben ser denunciadas.
Para que una historia sea interesante,
tiene que causar
simpatía con el protagonista. Saber contar
una historia es importante a cualquier orador público, La clave más importante es entender los conflictos. Pero más importante que interesar a otros es
interesarnos nosotros. No para hacernos más interesantes, sino para
hacernos mas persuasivos. Conflicto Inevitable
El conflicto inevitable es el conflicto en que los dos lados tienen razón. No tienen que ser completamente en lo justo, pero ambos están en lo justo por lo menos sustancialmente. Ambos lados tienen justificación. Ningún lado es completamente inocente. El bueno no es tan bueno, y el malo no es tan malo. La historia es un dilema. Es un juicio difícil o casi imposible. No hay solución, y no hay salida. Es la única literatura interesante.
Es el mas importante, y en realidad, es el único conflicto interesante punto, es el conflicto inevitable. Los demás son verdaderamente conflictos "falsos." Aunque hay literatura que relata estos conflictos superficiales, como historias dignas de ser repetidas, de ser escritas y leídas, no sirven. Por lo menos, no interesan. Son aburridas. Puede ser que hay literatura sobre conflictos irracionales, la categoría uno, pero cansan. Obviamente hay muchas historias a la venta de la segunda categoría, y muchas películas exitosas que toman un solo punto de vista, que desarrollan un "protagonista" y un "antagonista," con la meta de causarnos simpatía con el "bueno" y para evitarnos siquiera empatía con el "malo." El malo se desarrolla como muy malo, y el bueno se desarrolla como muy comprensible, muy como nosotros, para que disfrutemos el cuento, para causarnos satisfacción en la conclusión. Así se involucra la audiencia en la historia.
Nos sentimos participantes de ella.
Si quieres ser un autor exitoso, aprende como duplicar eso y ya tienes un
buen comienzo. Seguramente te ayudaría en tu predicación también. El concepto es bueno, y útil. la Ficción es demasiado "unidimensional." Ficción antigua es mejor que ficción moderna, Pero en casi todas las novelas y películas modernas, los protagonistas son demasiado justos, limpios y correspondientes, y los antagonistas son demasiado despóticos, sórdidos e incomprensibles. La
Ficción moderna es demasiado superficial y
automática.
Arruinando la Historia Me fascina también profundamente los eventos en la historia que siguen
este patrón. Demasiados sucesos históricos se relatan ahora desde un
punto de vista ideológico y unidimensional. En mi opinión arruinan la
historia. Has considerado el conflicto inevitable entre Europa y las
Américas? ¿Quién tuvo razón? Un "intelectual"
(seudo-educado) recientemente a mí denunciaba a los españoles por la
conquista, y además me incluyó en una "raza injusta" por lo
que los británicos hicieron a los indios norte-americanos. Le pregunté
¿qué hicieron a ellos? Me dijo que les robaron su territorio. Tan
superficial es este argumento que casi no vale una respuesta. Hoy en día es muy popular a los "educados" criticar a las
culturas "cristianas" con convenientes simplificaciones, como
que los indios norte-americanos eran más "nobles, morales y
justos" que los "cristianos que los masacraban." Ahora
imaginan a aquellos como espirituales, pacifistas, misericordiosos,
tolerantes, monógamos y ecologistas. Yo he leído mucho sobre las tribus
nómadas de norte-américa y conforme al testimonio de los testigos de la
era, eran pobres, ignorantes, violentos, crueles caníbales que entre sí
se mantenían pocos en número por frecuentes guerras internecinas y alta
taza de muerte infantil. La alabanza más frecuente hacia ellos era su
increíble superioridad en combate mortal personal. Leí también de los
pioneros británicos que llegaron a una costa sin puertos, sin ciudades,
sin granjas, sin gobierno, pasaron semanas explorando bosques silvestres,
y establecieron una hacienda donde nadie había vivido jamás. Se hicieron
amigos con las tribus pacíficas alrededor, con quienes se aliaron en
contra de las tribus nómadas que solían atacar, y esos no por defender
su "territorio," sino por llevar mujeres e hijos como esclavos,
y aun a hombres para torturar. En las primeras guerras fronterizas no era
indios contra europeos, sino franceses y ciertas tribus contra británicos
y ciertas tribus. Las guerras indias después sucedieron solamente con las
tribus más violentas, que no podían competir con la superior cultura
europea, y rehusaron adaptarse. Europeos hicieron muchos males a las
indígenas, sin duda, excesos en la guerra, rompiendo acuerdos, etc. Pero
alegar que "robaron territorio" y que por eso cualquier maldad
cometida por los indios fue justificada, es táctica de ideólogos a
quienes no les importa entender la historia. Yo supongo que al estudiar a
los conquistadores profundamente verás lo mismo, que nada es tan simple
como lo pintan. No tienes que concluir lo mismo, pero si te aferras a una
opinión desbalanceada, arruines la trama verdadera. La historia está llena de ejemplos. La revolución americana, la
independencia de Escocia (elaborada superficialmente en la película
"Corazón Valiente"), la independencia de Irlanda, el conflicto
actual entre católicos y protestantes en Ulster (Irlanda del norte), la
guerra civil de Creta, la guerra reciente de Bosnia, el conflicto entre
Israelíes y Palestinos, y muchos más, son conflictos en los cuales ambos
lados tenían o tienen razón, o por lo menos suficiente para simpatizar
profundamente con ambos. En realidad, los conflictos de la iglesia, de los
"cristianos" durante la historia, muchas veces siguieron este
mismo dechado. Considera la separación de Darby y Newton, pastores juntos
de las iglesias mal-nombradas "Hermanos de Plymouth," ambos
intentando aplicar reglas bíblicas a la iglesia, y luego forzados juntos
a disciplinar a un hermano pecador. Cuando algunos miembros siguieron en
contacto con el disciplinado Darby concluyó que a ellos también tenían
que disciplinar, pero Newton no estaba de acuerdo. Se dividieron,
inevitablemente, por eso. ¿Quién tuvo razón? Las iglesias de la
opinión de Darby, "hermanos cerrados," se hicieron
relativamente estériles, creciendo poco, mayormente en una sola área,
mientras las de Newton crecieron mucho, se multiplicaron, y ahora se
encuentran "hermanos libres" en casi todos los países del
mundo. Pero la literatura fundamental de Darby y los de su persuasión
influyeron a muchos muy más allá de sus pequeños grupos. ¿Quién tuvo
razón? No sé. Descubrir el Conflicto Aun leyendo historias en cuales un lado es obviamente equivocado, con
un poco de investigación, o consideración, verás que aun los villanos a
veces tienen alguna razón. ¿A poco no puedes simpatizar con el dilema de
Pilato? Cristo sí (Juan 19.11). Yo puedo enumerar en detalle los errores
y pecados de Pilato, pero aun así veo en él alguna sinceridad, algo de
esfuerzo para resolver el problema, un deseo de hacer lo correcto.
Entiendo su dilema, y sospecho que los mejores entre nosotros no
fácilmente hubiéramos actuado mejor. Leí recientemente un libro de William Fulke, profesor de Cambridge,
ardiente protestante, refutando a Gregory Martin, de St. John’s College,
Oxford, renombrado católico y traductor principal de la versión Douay-Reims
(de la Vulgata, 1582). Junto con la traducción católica de la Vulgata,
Martin había escrito un tratado sobre las "Multiformes Corrupciones
de las Santas Escrituras por Herejes," y el libro que tengo es su
refutación por Fulke. Junto con la refutación de Fulke, párrafo por
párrafo está el texto de Martin. Siendo yo "protestante," y
nada inclinado a la opinión romana, me sorprendió que en gran parte del
debate entre estos dos eminentes yo me encontré de acuerdo con Martin.
Las traducciones protestantes tenían algunos notables errores, y
traducciones insinceras tratando de imponer una doctrina en un texto donde
no existía. Yo tengo la misma queja contra la versión Reina Valera 1960
hoy, que impone interpretaciones en su traducción que el texto no
sostiene, no más porque así piensan evangélicos modernos. Por lo menos
algunos argumentos de Martin eran justificados. Es cierto que todos esos
errores de las traducciones tempranas protestantes fueron corregidos en la
Biblia "definitiva" en Inglés, la del Rey James (1611), que
incidentalmente consultó y a menudo adoptó la versión Remista. Pero me
es sorprendente que podemos ver el argumento unas generaciones después
con más juicio, y reconocer que el partido equivocado también tenía sus
argumentos, y que los de sombrero blanco también hicieron errores. ¿Cuáles Héroes? Un caso más para explicar mi sentido sobre este asunto. Pienso en el
argumento general entre "cristianos" de toda suerte sobre el
"pecado original" y la práctica corolaria de bautizar a los
infantes. No sé si lo has pensado, pero la doctrina bíblica de pecado
original (Rom. 5.12,18,19), o sea, que el hombre es condenado antes de
nacer por pecado imputado, es una de esas doctrinas repugnantes al humano.
El concepto que pequeños infantes merecen ser echados en el infierno, y
aun el dictamen bíblico que algunos lo fueron (Núm. 16:27,32), es tan
repulsivo a la mente humana que cristianos históricamente se han
distanciado de ello, y la mayoría, aun evangélicos, que supuestamente
creen la Biblia, actualmente la niegan categóricamente. Suponen que
existe una "edad de contabilidad" en el cual "muere"
el niño espiritualmente (cuando entiende la ley, conforme Rom. 7:9), y
que si muriere antes, automáticamente entraría al cielo, aunque la
Biblia no lo dice. El concepto bíblico de culpa desde nacimiento se
esconde ahora como una opinión anticuada de teólogos medievales. Ahora,
no sé a donde va ningún infante cuando muere, y rara vez tengo
conocimiento sobre adultos cuando mueren. Pero sé que la Biblia enseña
culpa desde nacimiento, o sea, pecado original. Desde los primeros siglos la doctrina de pecado original fue un
problema, y precisamente por eso se desarrolló la práctica de bautizar a
los bebés desde que nacen, para "asegurarles." El argumento
para bautismo de infantes por el pecado imputado primeramente vemos
desarrollado en Alejandría, por Orígenes en su comentario sobre Romanos
5 (año 248). Más tarde sectas heréticas solían negar el pecado
original, y por eso también se oponían al bautismo de infantes. El
argumento llegó a su crescendo en el quinto siglo entre Agustín de Hippo
y Pelagio de Britania, Pelagio insistiendo que infantes eran libres de
pecado original, y Agustín persuasivamente arguyendo la doctrina
bíblica. La curiosidad de todo esto es que los que defendían la doctrina
bíblica insistían en el bautismo de infantes, nada bíblico, mientras
los que negaron esta doctrina bíblica atinaron mejor la doctrina bíblica
de bautismo. Los grupos anabaptistas (rebautizadores) que negaron el
bautismo de infantes por razones bíblicas desde los primeros siglos,
típicamente también negaron el pecado original. Evangélicos,
especialmente Bautistas, suelen defender a los anabaptistas, por suponer
que somos descendientes espirituales directos de ellos. Pero ningún grupo
anabaptista antiguo enseñó el pecado original por lo que dejaron
escrito, y varios grupos claramente lo negaban, por Eze. 18.20, "el
hijo no llevará por el pecado del padre." Pensándolo, es difícil
suponer que la doctrina de pecado original es menos importante que la de
bautismo. Pero los que defendían la doctrina bíblica e importante de
pecado original, como Agustín, católicos, y la mayoría de protestantes,
casi universalmente la ligaron al bautismo de bebés. Y al contrario, los
que insistieron bíblicamente en el bautismo de creyentes solamente, casi
universalmente rechazaron la doctrina difícil de pecado original.
¿Cuáles son los héroes de nuestro pasado? De veras no sé. Es obvio a predicadores evangélicos que muchas tradiciones son diabólicas. Es fácil denunciar los falsos, y atribuir motivos horribles a ellos. Pero yo he oído entre nosotros, y francamente he sido culpable también, predicadores decir cosas falsamente simplificadas, o simplemente falsas. Predicadores tendemos a pintar cosas blanco y negro, nosotros blanco, ellos negro. Pero creo que es un error. Creo que es imperativo entender el conflicto inevitable en todas las situaciones complejas. Podemos ser fiel a la doctrina bíblica mientras reconocemos el argumento opuesto, y oponernos a su mejor exposición. Es demasiado fácil atribuir motivos malos a los oponentes, y difícil suponer sinceridad en ellos, pero en todo caso es sumamente importante evitar las simplificaciones y reconocer el verdadero conflicto. Nuestra persuasión como predicadores, y efectividad como pastores, depende de esto. En la mayoría de las polémicas mayores hay más de un lado y nos conviene descubrirlos. Si solamente podemos ver un solo punto de vista cuando verdaderamente hay más, es una grave falta. Reconocer la lógica del oponente no es debilidad, es fuerza. No nos hace menos efectivos, sino más persuasivos. Y en realidad, la verdad del asunto es siempre más interesante que la ficción. La Epístola Isidro Fabela # 999 Col. Tres Caminos CP 50010 Toluca, Edo. Mex. #140 Abril, 2006 Articulo No comparto la idea o el mito del autor como creador y la ficción
legal de un propietario de ideas y/o palabras. Creo, por el contrario, que
son las corporaciones y los medios los que se benefician con estas ideas y
principios. El mito del plagio (”el mal” o “el delito” en el mundo
literario) puede ser invertido: los sospechosos son precisamente los que
apoyan la privatización del lenguaje. Las prácticas artísticas son
sociales y las ideas no son originales sino virales: se unen con otras,
cambian de forma y migran a otros territorios. La propiedad intelectual
nos sustrae la memoria y somete la imaginación a la ley. Este artículo apareció en el suplemento Radar de Página 12 el 27 de mayo de 2007. Modificado : Mayo 28th, 2007 Comentarios (12 comentarios) Saludos e interesante lo de Blisset Miguel Soler / Mayo 28th, 2007, 4:06 pm / # Fabián Vique / Mayo 29th, 2007, 4:49 am / # Daniel Massei / Mayo 29th, 2007, 6:44 am / # Un abrazo.- Miguel P Soler / Mayo 29th, 2007, 1:33 pm / # Es de pésima calidad de análisis esa referencia a que una supuesta pérdida de la autoría de todos los textos en la indiferenciación de la comunicación se relacione con la negación del plagio, ya que el plagio en si mismo es todo lo contario a la negación de la autoría y de la propiedad intelectual: es su celebración y su uso más egoísta y absoluto. El plagiario es un militante a favor de la autoría -la suya propia que es la que quiere vender como auténtica- y de la propiedad intelectual y de sus beneficios para si mismo. La diferencia es que lo hace efectivo mediante un proceso fraudulento y canallesco violando los derechos naturales del trabajo ajeno. Poco tiene que ver esto con el campo de los ejercicios estéticos de intetextos, anonimias o autorías colectivas. El plagio nace desde el momento que el plagiario se adjudica la autoría y la propiedad intelectual, las que reserva para si y nada más que para si mismo, al firmar con su nombre exclusivamente una obra y buscar con toda intención los dividendos individuales de de ese reconocimiento individual. Si el corporativismo gremial lleva a los militares a hacerlos más insensibles en lo humano de lo que su propia formación los hace, a ciertos intelectuales académicos del campo crítico los lleva a embrutecer más aún sus pautas de reflexión y anular su de por si escasa capacidad para convivir con la creatividad ajena. Julio Zoppi / Mayo 29th, 2007, 3:48 pm / # Gusnielsen / Mayo 29th, 2007, 8:16 pm / # Puck / Mayo 29th, 2007, 8:17 pm / # Sobre el plagio « akurion3 / Mayo 31st, 2007, 12:25 am / # adminc / Mayo 31st, 2007, 12:18 pm / # COMENTARIO PLAGIADO DE Josefina Ludmer / Junio 6th, 2007, 11:25 am / # Laura / Noviembre 11th, 2007, 2:41 am / # O “yo te plagio, Laiseca” (Ampliación extremizada de los teoremas pro plagio vertidos por tal autor en “Por favor plágienme”) Plagiar es más lindo. Crear, crear es venir de la nada, es horroroso, es un vacío del que no
se sale o no se sabe si se sale. En cambio los dones del plagiar….Ah, los dones del plagiar. Plagiar, para decirlo todo…por boca del plagio. Plagiar pero plagiar plagiar. Pero plagiar es más lindo. Pero plagiar es más lindo. Entonces ¿Para quién plagio yo? Se plagia para soñar poder estar con alguien. Se plagia de hipócrita
a hipócrita; de lector a lector. El plagio según plagios de Ariel Lido “La primera lectura es la que cuenta: plagio.” “Dejadme no ser, dejadme plagiar. Apiadaos de un hombre in feliz.” “Cuando uno no tiene un lector afuera se condena al plagio, quiere seguir siendo el lector ideal del maestro cuando el maestro ya calló”. “Se plagia para glosar de una forma más fiel, devota, o mejor cristiana, en este sentido: el de ponerse en su lugar, en el del otro.” “Con la excusa de plagiar, poder decirlo.” “Yo, por mi parte, soy un clon, no, no es que plagie. La biología, el delirio.” “Plagiar con el cuerpo, amigos. Pasionalmente.” “La dicha de plagiar no a todos – como hacemos todos – sino a algún particular. Plagiar el sufrimiento.” “Yo escribo lo que me pasa, o sea plagio”, “Plagiar para no ser igual a nuestra propia vida”. “Mi plagio es sin imperativo, inercial, me sucede antelándome, y ésta es mi mayor virtud: yo mejoro los originales. Soy: como los reparadores de pinturas, y como ellos lo que pido que se vea es eso, el objeto reparado.” “Plagiar es hermoso y es lo mejor en literatura, sobre todo, si se hace a la vista. La mediocridad en literatura es plagiarse a sí mismo.” “He logrado mis mejores obras plagiándome, plagiándome sin pudor. ¡Maldito plagio que fascina!” Pequeña clase sobre el plagio Ser un escritor auténtico es plagiar. Están dos tipos de plagiarios: el plagio que denuncian los giles, y el
plagio que pagan por bueno los giles. Pertenezco a los plagiarios de la
primer camada, a los que plagian a un par de autores que saltan a la
vista, a los que uno va a plagiar porque quiere que sigan escribiendo.
Porque quiere seguir leyéndolos. En este caso es ne`sario hasta el plagio
calcado, que sin embargo siempre es compulsivo, invisible, inesperado,
inveterado, inervatorio, perentorio, necesario, vivido, auténtico. El segundo plagio es el más común, el de todos contra todos. El que pide la hinchada antiplagio. El que sostiene el macronegocio de la literatura en general, el que no puede ser descubierto, el que funda géneros, gremios gramaticales, y buenos escribires. Conste que en ningún caso hablo de la calcomanía. Hablo del plagio transferencial, del plagio-popa. Por más que plagies marrarás. Y no hay nada más lindo que leer la
diferencia del plagio y el original. Yo leo las fallas del plagio, y en
esas grietas acecha el genio. El que las descubra te leerá la cara. Y
tendrás que ir a plagiar a otro. CONCLUSIONES Hay que fundar el género plagio artístico-genial-explícito. Tarea de
soberbia modestia, de modesta soberbia. Día a día de la literatura.
Verdadera voluntad de poder literaria. Hay que hacer que se pague este
trabajo. Si la obra de arte es inútil – como se blasona por ahí – la
obra de arte plagiaria es la inutilidad de las inutilidades. Mi lucha por el método del plagio (Ética a Plagiómaco) Plagiar a primera vista. Plagiar a ojos cerrados. Plagiar a la vista. Plagiar pasionalmente. Plagiar con el cuerpo. Plagiar el sufrimiento, y sufrir el plagio. Plagiar por inercia. Plagiar para corregir al plagiado. Plagiar para seguir leyéndolo. Plagiarse para seguir plagiando. Ser un genio del plagio. Plagiar a los genios para ser un genio y poder soportarlo. Mezclar los plagios y fabricar monstruos espantapájaros de plagiados. Plagiar para no histeriquear con los vivos. Plagiar para histeriquear con los muertos. Plagiar para escribir. Escribir el plagio. Vivir el plagio. Plagiar para vivir… Conste que he sido auténtico, no he sido original, he sido fiel y he plagiado a “Por favor ¡Plágienme!” de Alberto Laiseca, simulador del plagio. En cambio yo ¡yo sí que plagio! ¡La pucha que vale la pena plagiar! ¡Carajo! Masshedoña / Diciembre 21st, 2007, 2:21 am / #
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TEATRO TÉCNICO PARA ACTORES GRUPOS Y SALAS PRODUCIDA POR CARLOS CANAVESE (R) 1999 |