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DRAMATURGIA - TECNICA -LOS TIPOS DE CONFLICTOS 

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LOS TIPOS DE CONFLICTOS 

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PAGINA 1

 

No hay nuevas historias. 

  

Ningún autor moderno innova. Polti no solamente distinguió una lista comprehensiva de tramas literarias, él investigó para saber quién fue el primero en escribirlo. 

Es que todas las tramas básicas de literatura habían sido ya elaboradas desde la antigüedad. Una tesis mostró que cada una de las 36 tramas están en la Biblia. Otros autores influenciados por Polti han hecho otras listas más lógicas, o más precisas, y por lo general, no importa cuales criterios escogen, llegan a un número menor que 36. 

Por ejemplo, Ronald Tobias recientemente escribió un libro llamado las "20 Tramas Maestras" (de literatura), tomando muchas de Polti, pero con algunos ajustes lógicos. Verán que los ajustes generalmente reducen la lista de tramas distintas.
    

LA INNOVACIÓN DE ESCRIBIR 
   

No es difícil escribir otro libro. Lo difícil es escribir un libro interesante. Y un libro interesante no lo es porque es nuevo, o de una situación que nadie ha considerado antes. Es imposible escribir un libro verdaderamente nuevo. Todas las situaciones dramáticas ya han sido usadas. 
    

Lo que hace a un libro interesante no es innovación. 

Lo que hace a un libro interesante puede ser lo mismo que hace a un mensaje interesante. 

Generalmente un buen mensaje es uno predecible, con conclusiones anticipadas. No pretendo decirte la clave para hacer buenos mensajes, solamente te digo que lo que lo hace bueno no es novedad.
  
El concepto de Gozzi, Polti y Tobias, y  todo autor profesional, es que toda literatura seria digna de llamarse literatura tiene algunas pocas corrientes comunes que se pueden categorizar. Y lo sorprendente es cuan pocas categorías hay. La lista mas abreviada es sencillamente 

   

1 "hombre contra naturaleza," 

2 "hombre contra hombre," 

3 "hombre contra sí mismo." 

LAS TRAMAS Y EL CONFLICTO

Todas las tramas de literatura se pueden categorizar bajo una sola cabeza. Conflicto. Toda literatura tiene el tema de conflicto, aun si es conflicto interior, con el pecado, la responsabilidad, o la conciencia. Sin conflicto no hay historia. Imagina leer un libro donde no hay conflicto, no hay dilema, no hay situación difícil. Es como cuando alguien te quiere contar algo, y sigue su monotonía sin respiro, sin llegar a una conclusión, o simplemente sin llegar. 

Conflicto es lo que interesa. 

¿Quieres escribir una novela, de ficción o historia real? Descubre el dilema, el conflicto verdadero. 

Saber explicar el conflicto es el trabajo del autor. Y ayuda a la predicación también. 

Sin embargo, verás que no todos los conflictos son creados iguales.  

Algunas historias, de literatura o ya convertidas en películas, aburren, mientras otras interesan. 

Las historias que interesan son las que hablan de conflicto inevitable. 

 En conflicto hay dos lados opuestos. 

Con dos lados entonces hay tres posibilidades. 

   

1. Ninguno tiene razón. 

2. Uno tiene razón. 

3. Ambos tienen razón. 

 

EL CONFLICTO
   

Hay dos tipos de conflictos

    

1-el conflicto absurdo, 

2-el conflicto necesario. 

  

Un conflicto innecesario 

  

es cuando los dos lados pueden evitarlo. 

Cualquier de los dos puede decidir no luchar, y la lucha no materializa, y no hay consecuencias negativas por no luchar. O sea, no hay impulso básico que constriñe a ninguno pelear. No hay necesidad sustancial que inclina a los objetivos, de ningún lado. 

Es conflicto de ignorancia, o necedad. 

O sea, no hay nada que produce simpatía en nosotros. 

Son conflictos insensatos e innecesarios, aunque son suficiente comunes para ver ejemplos casi todos los días. 

Muchos conflictos de niñez parecían muy importantes en el momento, pero ahora, siendo adultos, no se nos hacen meritorios. 

Hemos visto conflictos en el tráfico que fueron precisamente irracionales. 

Los dos hicieron cosas que no les benefició nada, ni tenían la apariencia de beneficio.
  

Leer un libro serio sobre conflicto tonto 

  

Si es para reírse, es una cosa. Pero literatura seria que trata conflictos innecesarios es por mi definición literatura mala. Es inaguantable soportar la historia. Como nos cansan los conflictos entre niños, tanto que no nos importa quién tiene razón, solamente que se callen, es absurdo leer un libro sobre un conflicto absurdo. Por lo menos un lado tiene que tener razón. Tenemos que simpatizar con alguien en la historia o no llama la atención. Es por eso que aunque hay muchos conflictos insensatos en nuestra experiencia, autores no suelen escribir libros sobre esos.

Un Conflicto Necesario
  

El conflicto "necesario" también categorizamos como "evitable." 

Un conflicto necesario es aquel que un lado pudo haber evitado, pero como no quiso, el otro lado no tiene alternativa sino pelear. 

Hay conflictos causados por injusticias insensatas, y por eso son evitables, pero aun si no materializa en lucha, por ser las víctimas indefensas, 

Siempre habrán quienes agreden, quienes roban, quienes hacen violencia por amor a la violencia solamente. 

Injusticias abundan. La lucha entonces es necesario, aunque por definición era evitable. No había necesidad por parte del agresor, no había motivo legítimo. La "víctima" es forzado pelear, o resistir, o someterse (lo cual también es conflicto, aunque "interior," pues si no lo fuera, no sería "sumisión").

El conflicto necesario siempre causa simpatía por el "héroe." 

Es conflicto entre "buenos" y "malos," los de sombrero blanco y los de sombrero negro, lo cual es tema de mucha literatura. 

Es tema de muchas películas "exitosas." 

Y francamente el conflicto necesario produce predicación buena y fructífera. 

Existen villanos que deben ser expuestos. 

Existen injusticias que deben ser denunciadas. 

Para que una historia sea interesante, 

 

tiene que causar simpatía con el protagonista. Saber contar una historia es importante a cualquier orador público, La clave más importante es entender los conflictos. Pero más importante que interesar a otros es interesarnos nosotros. No para hacernos más interesantes, sino para hacernos mas persuasivos.
  

Conflicto Inevitable
  

El  conflicto inevitable es el conflicto en que los dos lados tienen razón. 

No tienen que ser completamente en lo justo, pero ambos están en lo justo por lo menos sustancialmente. 

Ambos lados tienen justificación. 

Ningún lado es completamente inocente. 

El bueno no es tan bueno, y el malo no es tan malo. 

La historia es un dilema. 

Es un juicio difícil o casi imposible. 

No hay solución, y no hay salida. 

Es la única literatura interesante. 

 

  Es el mas importante, y en realidad, es el único conflicto interesante punto, es el conflicto inevitable. 

Los demás son verdaderamente conflictos "falsos." 

Aunque hay literatura que relata estos conflictos superficiales, como historias dignas de ser repetidas, de ser escritas y leídas, no sirven. 

Por lo menos, no interesan. Son aburridas. 

Puede ser que hay literatura sobre conflictos irracionales, la categoría uno, pero cansan. Obviamente hay muchas historias a la venta de la segunda categoría, y muchas películas exitosas que toman un solo punto de vista, que desarrollan un "protagonista" y un "antagonista," con la meta de causarnos simpatía con el "bueno" y para evitarnos siquiera empatía con el "malo." 

El malo se desarrolla como muy malo, y el bueno se desarrolla como muy comprensible, muy como nosotros, para que disfrutemos el cuento, para causarnos satisfacción en la conclusión. Así se involucra la audiencia en la historia. 

  

Nos sentimos participantes de ella. 

Si quieres ser un autor exitoso, aprende como duplicar eso y ya tienes un buen comienzo. Seguramente te ayudaría en tu predicación también. El concepto es bueno, y útil. 
 

la Ficción es demasiado "unidimensional." Ficción antigua es mejor que ficción moderna, 

Pero en casi todas las novelas y películas modernas, los protagonistas son demasiado justos, limpios y correspondientes, y los antagonistas son demasiado despóticos, sórdidos e incomprensibles. 

La Ficción moderna es demasiado superficial y automática.
  

Arruinando la Historia

Me fascina también profundamente los eventos en la historia que siguen este patrón. Demasiados sucesos históricos se relatan ahora desde un punto de vista ideológico y unidimensional. En mi opinión arruinan la historia. Has considerado el conflicto inevitable entre Europa y las Américas? ¿Quién tuvo razón? Un "intelectual" (seudo-educado) recientemente a mí denunciaba a los españoles por la conquista, y además me incluyó en una "raza injusta" por lo que los británicos hicieron a los indios norte-americanos. Le pregunté ¿qué hicieron a ellos? Me dijo que les robaron su territorio. Tan superficial es este argumento que casi no vale una respuesta.

Hoy en día es muy popular a los "educados" criticar a las culturas "cristianas" con convenientes simplificaciones, como que los indios norte-americanos eran más "nobles, morales y justos" que los "cristianos que los masacraban." Ahora imaginan a aquellos como espirituales, pacifistas, misericordiosos, tolerantes, monógamos y ecologistas. Yo he leído mucho sobre las tribus nómadas de norte-américa y conforme al testimonio de los testigos de la era, eran pobres, ignorantes, violentos, crueles caníbales que entre sí se mantenían pocos en número por frecuentes guerras internecinas y alta taza de muerte infantil. La alabanza más frecuente hacia ellos era su increíble superioridad en combate mortal personal. Leí también de los pioneros británicos que llegaron a una costa sin puertos, sin ciudades, sin granjas, sin gobierno, pasaron semanas explorando bosques silvestres, y establecieron una hacienda donde nadie había vivido jamás. Se hicieron amigos con las tribus pacíficas alrededor, con quienes se aliaron en contra de las tribus nómadas que solían atacar, y esos no por defender su "territorio," sino por llevar mujeres e hijos como esclavos, y aun a hombres para torturar. En las primeras guerras fronterizas no era indios contra europeos, sino franceses y ciertas tribus contra británicos y ciertas tribus. Las guerras indias después sucedieron solamente con las tribus más violentas, que no podían competir con la superior cultura europea, y rehusaron adaptarse. Europeos hicieron muchos males a las indígenas, sin duda, excesos en la guerra, rompiendo acuerdos, etc. Pero alegar que "robaron territorio" y que por eso cualquier maldad cometida por los indios fue justificada, es táctica de ideólogos a quienes no les importa entender la historia. Yo supongo que al estudiar a los conquistadores profundamente verás lo mismo, que nada es tan simple como lo pintan. No tienes que concluir lo mismo, pero si te aferras a una opinión desbalanceada, arruines la trama verdadera.

La historia está llena de ejemplos. La revolución americana, la independencia de Escocia (elaborada superficialmente en la película "Corazón Valiente"), la independencia de Irlanda, el conflicto actual entre católicos y protestantes en Ulster (Irlanda del norte), la guerra civil de Creta, la guerra reciente de Bosnia, el conflicto entre Israelíes y Palestinos, y muchos más, son conflictos en los cuales ambos lados tenían o tienen razón, o por lo menos suficiente para simpatizar profundamente con ambos.

En realidad, los conflictos de la iglesia, de los "cristianos" durante la historia, muchas veces siguieron este mismo dechado. Considera la separación de Darby y Newton, pastores juntos de las iglesias mal-nombradas "Hermanos de Plymouth," ambos intentando aplicar reglas bíblicas a la iglesia, y luego forzados juntos a disciplinar a un hermano pecador. Cuando algunos miembros siguieron en contacto con el disciplinado Darby concluyó que a ellos también tenían que disciplinar, pero Newton no estaba de acuerdo. Se dividieron, inevitablemente, por eso. ¿Quién tuvo razón? Las iglesias de la opinión de Darby, "hermanos cerrados," se hicieron relativamente estériles, creciendo poco, mayormente en una sola área, mientras las de Newton crecieron mucho, se multiplicaron, y ahora se encuentran "hermanos libres" en casi todos los países del mundo. Pero la literatura fundamental de Darby y los de su persuasión influyeron a muchos muy más allá de sus pequeños grupos. ¿Quién tuvo razón? No sé.

Descubrir el Conflicto

Aun leyendo historias en cuales un lado es obviamente equivocado, con un poco de investigación, o consideración, verás que aun los villanos a veces tienen alguna razón. ¿A poco no puedes simpatizar con el dilema de Pilato? Cristo sí (Juan 19.11). Yo puedo enumerar en detalle los errores y pecados de Pilato, pero aun así veo en él alguna sinceridad, algo de esfuerzo para resolver el problema, un deseo de hacer lo correcto. Entiendo su dilema, y sospecho que los mejores entre nosotros no fácilmente hubiéramos actuado mejor.

Leí recientemente un libro de William Fulke, profesor de Cambridge, ardiente protestante, refutando a Gregory Martin, de St. John’s College, Oxford, renombrado católico y traductor principal de la versión Douay-Reims (de la Vulgata, 1582). Junto con la traducción católica de la Vulgata, Martin había escrito un tratado sobre las "Multiformes Corrupciones de las Santas Escrituras por Herejes," y el libro que tengo es su refutación por Fulke. Junto con la refutación de Fulke, párrafo por párrafo está el texto de Martin. Siendo yo "protestante," y nada inclinado a la opinión romana, me sorprendió que en gran parte del debate entre estos dos eminentes yo me encontré de acuerdo con Martin. Las traducciones protestantes tenían algunos notables errores, y traducciones insinceras tratando de imponer una doctrina en un texto donde no existía. Yo tengo la misma queja contra la versión Reina Valera 1960 hoy, que impone interpretaciones en su traducción que el texto no sostiene, no más porque así piensan evangélicos modernos. Por lo menos algunos argumentos de Martin eran justificados. Es cierto que todos esos errores de las traducciones tempranas protestantes fueron corregidos en la Biblia "definitiva" en Inglés, la del Rey James (1611), que incidentalmente consultó y a menudo adoptó la versión Remista. Pero me es sorprendente que podemos ver el argumento unas generaciones después con más juicio, y reconocer que el partido equivocado también tenía sus argumentos, y que los de sombrero blanco también hicieron errores.

¿Cuáles Héroes?

Un caso más para explicar mi sentido sobre este asunto. Pienso en el argumento general entre "cristianos" de toda suerte sobre el "pecado original" y la práctica corolaria de bautizar a los infantes. No sé si lo has pensado, pero la doctrina bíblica de pecado original (Rom. 5.12,18,19), o sea, que el hombre es condenado antes de nacer por pecado imputado, es una de esas doctrinas repugnantes al humano. El concepto que pequeños infantes merecen ser echados en el infierno, y aun el dictamen bíblico que algunos lo fueron (Núm. 16:27,32), es tan repulsivo a la mente humana que cristianos históricamente se han distanciado de ello, y la mayoría, aun evangélicos, que supuestamente creen la Biblia, actualmente la niegan categóricamente. Suponen que existe una "edad de contabilidad" en el cual "muere" el niño espiritualmente (cuando entiende la ley, conforme Rom. 7:9), y que si muriere antes, automáticamente entraría al cielo, aunque la Biblia no lo dice. El concepto bíblico de culpa desde nacimiento se esconde ahora como una opinión anticuada de teólogos medievales. Ahora, no sé a donde va ningún infante cuando muere, y rara vez tengo conocimiento sobre adultos cuando mueren. Pero sé que la Biblia enseña culpa desde nacimiento, o sea, pecado original.

Desde los primeros siglos la doctrina de pecado original fue un problema, y precisamente por eso se desarrolló la práctica de bautizar a los bebés desde que nacen, para "asegurarles." El argumento para bautismo de infantes por el pecado imputado primeramente vemos desarrollado en Alejandría, por Orígenes en su comentario sobre Romanos 5 (año 248). Más tarde sectas heréticas solían negar el pecado original, y por eso también se oponían al bautismo de infantes. El argumento llegó a su crescendo en el quinto siglo entre Agustín de Hippo y Pelagio de Britania, Pelagio insistiendo que infantes eran libres de pecado original, y Agustín persuasivamente arguyendo la doctrina bíblica.

La curiosidad de todo esto es que los que defendían la doctrina bíblica insistían en el bautismo de infantes, nada bíblico, mientras los que negaron esta doctrina bíblica atinaron mejor la doctrina bíblica de bautismo. Los grupos anabaptistas (rebautizadores) que negaron el bautismo de infantes por razones bíblicas desde los primeros siglos, típicamente también negaron el pecado original. Evangélicos, especialmente Bautistas, suelen defender a los anabaptistas, por suponer que somos descendientes espirituales directos de ellos. Pero ningún grupo anabaptista antiguo enseñó el pecado original por lo que dejaron escrito, y varios grupos claramente lo negaban, por Eze. 18.20, "el hijo no llevará por el pecado del padre." Pensándolo, es difícil suponer que la doctrina de pecado original es menos importante que la de bautismo. Pero los que defendían la doctrina bíblica e importante de pecado original, como Agustín, católicos, y la mayoría de protestantes, casi universalmente la ligaron al bautismo de bebés. Y al contrario, los que insistieron bíblicamente en el bautismo de creyentes solamente, casi universalmente rechazaron la doctrina difícil de pecado original. ¿Cuáles son los héroes de nuestro pasado? De veras no sé.

Es obvio a predicadores evangélicos que muchas tradiciones son diabólicas. Es fácil denunciar los falsos, y atribuir motivos horribles a ellos. Pero yo he oído entre nosotros, y francamente he sido culpable también, predicadores decir cosas falsamente simplificadas, o simplemente falsas. Predicadores tendemos a pintar cosas blanco y negro, nosotros blanco, ellos negro. Pero creo que es un error. Creo que es imperativo entender el conflicto inevitable en todas las situaciones complejas. Podemos ser fiel a la doctrina bíblica mientras reconocemos el argumento opuesto, y oponernos a su mejor exposición. Es demasiado fácil atribuir motivos malos a los oponentes, y difícil suponer sinceridad en ellos, pero en todo caso es sumamente importante evitar las simplificaciones y reconocer el verdadero conflicto. Nuestra persuasión como predicadores, y efectividad como pastores, depende de esto. En la mayoría de las polémicas mayores hay más de un lado y nos conviene descubrirlos. Si solamente podemos ver un solo punto de vista cuando verdaderamente hay más, es una grave falta. Reconocer la lógica del oponente no es debilidad, es fuerza. No nos hace menos efectivos, sino más persuasivos. Y en realidad, la verdad del asunto es siempre más interesante que la ficción.

La Epístola

Isidro Fabela # 999

Col. Tres Caminos

CP 50010 Toluca, Edo. Mex.

#140 Abril, 2006

Articulo
Sobre el plagio
Por Josefina Ludmer

No comparto la idea o el mito del autor como creador y la ficción legal de un propietario de ideas y/o palabras. Creo, por el contrario, que son las corporaciones y los medios los que se benefician con estas ideas y principios. El mito del plagio (”el mal” o “el delito” en el mundo literario) puede ser invertido: los sospechosos son precisamente los que apoyan la privatización del lenguaje. Las prácticas artísticas son sociales y las ideas no son originales sino virales: se unen con otras, cambian de forma y migran a otros territorios. La propiedad intelectual nos sustrae la memoria y somete la imaginación a la ley.
Antes del Iluminismo, la práctica del plagio era la práctica aceptable como difusión de ideas y escritos. Lo practicaron Shakespeare, Marlowe, Chaucer, De Quincey y muchos otros que forman parte de la tradición literaria.
El derecho de autor se desarrolló originariamente en Inglaterra en el siglo XVII, no para proteger autores sino para reducir la competencia entre editores. El objetivo era reservar para los editores, perpetuamente, el derecho exclusivo de imprimir ciertos libros. La justificación, por supuesto, era que el lenguaje en literatura llevaba la marca que el autor le había impuesto y que por lo tanto era propiedad privada. Con esta mitología florecieron los derechos de autor durante el capitalismo, y establecieron el derecho legal de privatizar cualquier producto cultural, ya sean palabras, imágenes o sonidos.
Como se ha dicho tantas veces, fue en los año ‘60 que Foucault, en primer lugar, y después Barthes y otros, mostraron que “la función autor” impedía la libre circulación y composición de ideas y conocimientos. Pero desde 1870 Lautréamont (como después Maiacovski durante la Revolución Rusa) defendió una poesía impersonal, escrita por todos, y sostuvo que el plagio era necesario. (Borges también lo hizo, y pensaba, a partir de Valéry, en lo que llamaba el espíritu creador de literatura.)
A partir de Lautréamont las vanguardias del siglo XX, Dadá y los surrealistas, rechazaron la originalidad y postularon una práctica de reciclado y rearmado: los ready-mades de Duchamp y los montages con recortes de diarios de Tristan Tzara. También rechazaron la idea del “arte” como esfera separada. Pero fueron los situacionistas los que llevaron estas ideas al campo teórico, defendiendo el uso de fragmentos ya escritos (o imágenes, o películas) como medio para producir otras (nuevas) obras. Estas prácticas también incluían obras colectivas, muchas veces sin firma. Recuerdo la revista Literal en los años ‘70, donde no existía firma de autor.
Desde entonces, y en esa tradición, creo que “el plagio” es simplemente un procedimiento para pensar y escribir.
Hoy se postula el uso de nombres diferentes (como es común en Internet), como táctica de enfrentamiento al mito del creador y propietario. En Italia el fenómeno de Luther Blissett tuvo este sentido: muchos escritores empezaron a usar este nombre como “firma” para enfrentar la máquina editorial y mediática. Después de su “suicidio” surgió el colectivo Wu Ming (anónimo, en chino), que escribe novelas rehusando todo tipo de escrituras y enfrentando la idea de “propietarios legales” de textos.
Hoy, a partir de “la revolución digital”, el argumento ya no es que el autor es una ficción y que la propiedad es un robo, sino que las leyes de propiedad intelectual deben ser reformuladas. La tendencia es explorar las posibilidades del significado en lo que ya existe, más que agregar información redundante. Estamos en la era de lo recombinante: en cuerpos, géneros sexuales, textos, y culturas.
Como el plagio conlleva una serie de connotaciones negativas los que exploran su uso lo han camuflado con otras palabras: ready-mades, collages, intertextos, apropiaciones. Todas estas prácticas son exploraciones en el plagio y se oponen a las doctrinas esencialistas del texto. Precisamente uno de los objetivos del plagio es restaurar la dinámica y fluidez del significado, apropiando y recombinando fragmentos de cultura. El significado de un texto deriva de sus relaciones con otros textos.
Creo que toda condena de plagio (toda condena de un escritor como “delincuente” literario) es un acto reaccionario. Y si pienso en una política propia de los que escribimos, la consigna central sería que todo libro editado, como los periódicos, sea digitalizado y puesto en Internet cuando aparece, para que pueda ser leído y usado por cualquiera que pueda acceder libremente.

Este artículo apareció en el suplemento Radar de Página 12 el 27 de mayo de 2007.

Modificado : Mayo 28th, 2007
Archivado en : escándalos e infidencias
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Comentarios (12 comentarios)
Pongamos que me decido por un plagio 1 a 1, un extremo de la práctica de la apropiación textual. Es más, pongamos que plagio a tal punto, en mi cruzada antireaccionaria, que hasta plagio el nombre del autor. Y entonces, difundo todos los libros de Josefina Ludmer para su lectura gratuita, ¿no reaccionarías? Por supuesto, estoy bromeando, pero si pensamos un poquito en Pierre Menard, podríamos no leer que Borges ridiculiza una práctica extrema del plagio o “la apropiación de texto”, sino la postura “autorizante” de la Crítica académica frente a ese producto. Por otro lado, no perdamos de vista que hay un desafío “explícito” en Lautreamount con respecto al plagio, es decir, éste se hace generador y tema de la propia ficción. El gusto por el plagio, es lo que proclamaría cualquier ladrón de guante blanco o cualquier romántico robin hood estilístico: “agárrenme si pueden!”. Si no existiese ese gusto por la cornisa (de que lado es prohibido y de cual se puede hacer la vista gorda), el plagio dejaría de tener sentido y la apropiación sería sólo un atajo de la pereza o una expresión más del inconciente escriturario (igual que lugares comunes o esas metáforas mil veces recicladas hasta el sinsentido). Vos misma lo señalás, los que abogan por el plagio son provocadores: los equilibristas de cornisas prohibitivas como los surrealistas (que incitaban al sueño y al suicidio), o los que están acogotados con las entregas para subsistir (Thomas De Quincey), pero también se proclamaban como los bromistas, los diseñadores de chascos.
Pero la cuestión de fondo, ni siquiera es que te agarren con su ley reaccionaria (después de todo, son sólo escritores contra escritores, pobres contra pobres), sino, el determinar si valió la pena el riesgo. Si es que esa extracción de la piedra de la locura de Otro, ha generado un mundo nuevo y tan extremo como para expansionar la literatura hacia lindes no leídos antes. Y si estamos hablando del producto enjuiciado que ganó cierto premio poco honorable, realmente ha sido poco y pobre lo obtenido. Habría que dejar de citar a los “Cantos” como un ejemplo para el Buen Plagiario. Muy pocos resistirían la comparación, sin quedar como un simple carterista de mano torpe en un colectivo atestado de turistas adormecidos.

Saludos e interesante lo de Blisset

Miguel Soler / Mayo 28th, 2007, 4:06 pm / #
La autora lo dice claramente: el que no está de acuerdo con nuestra opinión es un reaccionario. Por eso sólo podemos comentar nosotros, los que comulgamos con su idea. Detractores, hagan el favor de abstenerse.
Te ayudo, Josefina. Podemos decir que el Escritor es una entidad Sagrada, no le caben las generales de la ley: no se lo puede acusar de robar un churrasco en la carnicería. Su reino no es de este mundo.
Hay otros seguidores de Lautréamont que podríamos agregar a la lista: Jorge Bucay, que en “Shimriti” tuvo la genial idea de incluir párrafos de “La sabiduría recobrada”, de Mónica Cavallé, sin mencionarla. O en el injustamente olvidado Daniel Omar Azetti, autor de “La ilusión que se escurre”, texto firmado por Giovanni Papini bajo el título “Un espejo que huye”.
Crearon obras nuevas y enfrentaron el mito del escritor propietario (de paso cañazo ganaron premios en metálico, fueron o quisieron ser best seller, pero eso es harina de otro costal).
La Obra del Escritor es Sagrada, ergo, el Escritor es un Santo. Nos los Críticos somos los Monjes que cuidamos esta Verdad.
Señores reaccionarios: no la toquen, no la plagien.

Fabián Vique / Mayo 29th, 2007, 4:49 am / #
Lo de Luther Blissett está erróneamente explicado: no se trató de un grupo cuyo “suicidio” dio paso a otro grupo (”wu ming”) sino, más bien, de la primer ¿obra? o primer período del colectivo wu ming. Todos los autores firmaban textos con ese seudónimo y así se hicieron conocidos. la diferencia no es menor y denota alguna clase de desconocimiento que hasta hace un tiempo, era impensable en ludmer. Se ve que su cruzada antireaccionaria le deja poco tiempo para intetar profundizar sobre algún tema, de allí que este planteo en defensa del plagio roce en lo ridículo y en lo insostenible. ¿por qué nadie salió a defender a Bucay y a Pigna en su momento? porque el plagio no es plagio cuando persigue fines de experimentación estética, ya estamos todos demasiados crecidos para seguir confundiendo a un gato con una liebre. el tema es que nadie puede leer tampoco alguna experimentación estética en el texto de di nucci, que además es pésimo, pero claro, trabaja en filo y entonces los señores reaccionan corporativamente y salen a defender a sus camaradas desempolvando un arsenal de anacrónicas frases que mantuvieron guardadas y sin uso durante varios años. lo mismo suelen hacer los militares en Argentina, pero claro Ludmer ya se debe haber olvidado porque hace varios años que vive afuera.

Daniel Massei / Mayo 29th, 2007, 6:44 am / #
Gracias por la aclaración respecto de Blisset, Daniel. Veré si investigo un poco esto del seudónimo colectivo como una curiosidad más del mundillo literario (¿literario?) Es bueno saber que aún incursionas de vez en cuando en la blogósfera.
Y por supuesto, los textos corporativos o tribales suelen nublar el pensamiento crítico analítico; cosa que me entristeció en su momento con Panesi. Y claro, esto último es reacción como lo es la defensa tribal.-

Un abrazo.-

Miguel P Soler / Mayo 29th, 2007, 1:33 pm / #
De acuerdo con los comenatrios. Es impresentable e insostenible esta postura de Ludmer con una argumentación tan trivial que la descalifica como intelectual. ¿Es posible que todavía se pretenda aleccionar a favor del plagio y los plagiarios diciendo que Shakespeare lo hacía? Y luego de nuevo con divagaciones acerca de la propiedad intelectual mezclando temas de derechos económicos de modo totalmente distorsivo.

Es de pésima calidad de análisis esa referencia a que una supuesta pérdida de la autoría de todos los textos en la indiferenciación de la comunicación se relacione con la negación del plagio, ya que el plagio en si mismo es todo lo contario a la negación de la autoría y de la propiedad intelectual: es su celebración y su uso más egoísta y absoluto.

El plagiario es un militante a favor de la autoría -la suya propia que es la que quiere vender como auténtica- y de la propiedad intelectual y de sus beneficios para si mismo. La diferencia es que lo hace efectivo mediante un proceso fraudulento y canallesco violando los derechos naturales del trabajo ajeno. Poco tiene que ver esto con el campo de los ejercicios estéticos de intetextos, anonimias o autorías colectivas. El plagio nace desde el momento que el plagiario se adjudica la autoría y la propiedad intelectual, las que reserva para si y nada más que para si mismo, al firmar con su nombre exclusivamente una obra y buscar con toda intención los dividendos individuales de de ese reconocimiento individual.

Si el corporativismo gremial lleva a los militares a hacerlos más insensibles en lo humano de lo que su propia formación los hace, a ciertos intelectuales académicos del campo crítico los lleva a embrutecer más aún sus pautas de reflexión y anular su de por si escasa capacidad para convivir con la creatividad ajena.

Julio Zoppi / Mayo 29th, 2007, 3:48 pm / #
Inventate una historia e inventate cómo contarla, Ludmer, y dejate de hablar pavadas.

Gusnielsen / Mayo 29th, 2007, 8:16 pm / #
Nicolás Quiroga ha escrito un aleccionador artículo sobre el particular: acá.

Puck / Mayo 29th, 2007, 8:17 pm / #
[…] Mayo 31st, 2007 at 3:25 am (akurion3, representa, glob, la nave 2) Por Josefina Ludmer […]

Sobre el plagio « akurion3 / Mayo 31st, 2007, 12:25 am / #
¡Ludmer plagió a Tapera! Toda una novedad, gracias Puck.

adminc / Mayo 31st, 2007, 12:18 pm / #
No, comparto la idea o el mito del autor: como creador, como la ficción legal de un propietario de ideas, etc. Por el contrario, son las corporaciones y los medios los que no se benefician con estas ideas y principios. El plagio (”el mal” o “el bien” en el mundo literario) puede ser vertido en los sospechosos que son precisamente los que apoyan el lenguaje. Las prácticas artísticas no son sociales ( véase como practicas suprasensibles, intimas y propiedades humanísticas de la experiencia) y las ideas son originales, cual virus visceral: se unen unas con otras, cambian de forma y contenido para migran a otras zonas, pertinentes todas, donde afloran en arquitecturas sociales simbólicas. La propiedad intelectual no sustrae la memoria y somete la imaginación a la ley suprema del ángelus colectivo que sobrelleva la palabra y la retórica.
Antes del Iluminismo, la práctica del plagio era la práctica aceptable como difusión de ideas y escritos ( estos datos pueden ser falsos, debido a las deformaciones del tiempo y las variaciones inquisidoras de la memoria, que mantiene el formato pero no el sentido. Esto es Borges)Lo practicaron Shakespeare, Marlowe, Chaucer, De Quincey y muchos otros que forman parte de la tradición literaria. Tradición con la que no estoy emparentado, debido a los anaqueles vacíos de mi biblioteca.

COMENTARIO PLAGIADO DE Josefina Ludmer / Junio 6th, 2007, 11:25 am / #
No encontre ningun libro de ludmer subido a internet…
Voy a esperar a que salga menos de 45 pesos para comprarlo
gracias!

Laura / Noviembre 11th, 2007, 2:41 am / #
Plagiar es más lindo

O “yo te plagio, Laiseca”

(Ampliación extremizada de los teoremas pro plagio vertidos por tal autor en “Por favor plágienme”)

Plagiar es más lindo.

Crear, crear es venir de la nada, es horroroso, es un vacío del que no se sale o no se sabe si se sale.
Es la isla Fernández. Es ser Crusoe. Es horroroso. Es ininteligible. Es estar totalmente perdido, en una inmensidad cerrada. ¿Qué clase de casualidad, de error milagroso, permite que otro vea la creación del que crea? La sensación de crear (no habría otra cosa) es uno de los pavores más inefables de la experiencia general de la vida de un artista.

En cambio los dones del plagiar….Ah, los dones del plagiar.

Plagiar, para decirlo todo…por boca del plagio.
Plagiar, para mejorar, para optimizar, el original. El plagiario, es, por sobre todas las cosas, un perfeccionista.
Plagiar, para sacar al animal de su medio; para enrarecer un enunciado, afuera de su contexto.
Plagiar para no ser uno, para escapar, para ser otro. ¡Plagiar! ¡Plagiar! ¡Plagiar! ¡Huir! ¡Huir!
Plagiar, por amor. El plagio mimético, el plagio completatorio, el plagio perfectivo, el plagio adaptativo. El plagio eternizante. Plagiar para adaptar al nuevo medio a la obra.
Plagiar para estar con otro. Plagiar para no tener escracho; pero plagiar con el cuerpo entero, incluso ¡con el cuero desgarrado y perforado de plagio!

Plagiar pero plagiar plagiar. Pero plagiar es más lindo.

Pero plagiar es más lindo.

Entonces ¿Para quién plagio yo?

Se plagia para soñar poder estar con alguien. Se plagia de hipócrita a hipócrita; de lector a lector.
Se plagia para tener un lector. Como decía el verdulero de la cuadra de otro: “los solipsistas no plagian” (plagio).

El plagio según plagios de Ariel Lido

“La primera lectura es la que cuenta: plagio.”

“Dejadme no ser, dejadme plagiar. Apiadaos de un hombre in feliz.”

“Cuando uno no tiene un lector afuera se condena al plagio, quiere seguir siendo el lector ideal del maestro cuando el maestro ya calló”.

“Se plagia para glosar de una forma más fiel, devota, o mejor cristiana, en este sentido: el de ponerse en su lugar, en el del otro.”

“Con la excusa de plagiar, poder decirlo.”

“Yo, por mi parte, soy un clon, no, no es que plagie. La biología, el delirio.”

“Plagiar con el cuerpo, amigos. Pasionalmente.”

“La dicha de plagiar no a todos – como hacemos todos – sino a algún particular. Plagiar el sufrimiento.”

“Yo escribo lo que me pasa, o sea plagio”,

“Plagiar para no ser igual a nuestra propia vida”.

“Mi plagio es sin imperativo, inercial, me sucede antelándome, y ésta es mi mayor virtud: yo mejoro los originales. Soy: como los reparadores de pinturas, y como ellos lo que pido que se vea es eso, el objeto reparado.”

“Plagiar es hermoso y es lo mejor en literatura, sobre todo, si se hace a la vista. La mediocridad en literatura es plagiarse a sí mismo.”

“He logrado mis mejores obras plagiándome, plagiándome sin pudor. ¡Maldito plagio que fascina!”

Pequeña clase sobre el plagio

Ser un escritor auténtico es plagiar.
De los errores de plagio, salen las “originalidades”. Del plagiar los errores de plagio, salen los escritores a ser plagiados. Plagiar y plagiar y plagiar los errores originarios de los plagios originarios es la tarea del peor escritor, del escritor impostor, del escritor autoplagiante, del escritor candidato a éxito, del escritor en una palabra.
Ni sé quién soy cuando prendo la pantalla. Necesito una horita de leerme para remontar mi estilo, para recordar mi estilo, para afeitarme y seguir siendo el mismo.

Están dos tipos de plagiarios: el plagio que denuncian los giles, y el plagio que pagan por bueno los giles. Pertenezco a los plagiarios de la primer camada, a los que plagian a un par de autores que saltan a la vista, a los que uno va a plagiar porque quiere que sigan escribiendo. Porque quiere seguir leyéndolos. En este caso es ne`sario hasta el plagio calcado, que sin embargo siempre es compulsivo, invisible, inesperado, inveterado, inervatorio, perentorio, necesario, vivido, auténtico.
El plagio-Macedonio no es el plagio-Bucay. Porque es de no autor a no autor. No es punible ni penable. Ni apenado.

El segundo plagio es el más común, el de todos contra todos. El que pide la hinchada antiplagio. El que sostiene el macronegocio de la literatura en general, el que no puede ser descubierto, el que funda géneros, gremios gramaticales, y buenos escribires.

Conste que en ningún caso hablo de la calcomanía. Hablo del plagio transferencial, del plagio-popa.

Por más que plagies marrarás. Y no hay nada más lindo que leer la diferencia del plagio y el original. Yo leo las fallas del plagio, y en esas grietas acecha el genio. El que las descubra te leerá la cara. Y tendrás que ir a plagiar a otro.
Pero plagiar…es más lindo.

CONCLUSIONES

Hay que fundar el género plagio artístico-genial-explícito. Tarea de soberbia modestia, de modesta soberbia. Día a día de la literatura. Verdadera voluntad de poder literaria. Hay que hacer que se pague este trabajo. Si la obra de arte es inútil – como se blasona por ahí – la obra de arte plagiaria es la inutilidad de las inutilidades.
Hay que plagiarse más.

Mi lucha por el método del plagio

(Ética a Plagiómaco)

Plagiar a primera vista. Plagiar a ojos cerrados. Plagiar a la vista. Plagiar pasionalmente. Plagiar con el cuerpo. Plagiar el sufrimiento, y sufrir el plagio. Plagiar por inercia. Plagiar para corregir al plagiado. Plagiar para seguir leyéndolo. Plagiarse para seguir plagiando. Ser un genio del plagio. Plagiar a los genios para ser un genio y poder soportarlo. Mezclar los plagios y fabricar monstruos espantapájaros de plagiados. Plagiar para no histeriquear con los vivos. Plagiar para histeriquear con los muertos. Plagiar para escribir. Escribir el plagio. Vivir el plagio. Plagiar para vivir…

Conste que he sido auténtico, no he sido original, he sido fiel y he plagiado a “Por favor ¡Plágienme!” de Alberto Laiseca, simulador del plagio. En cambio yo ¡yo sí que plagio! ¡La pucha que vale la pena plagiar! ¡Carajo!

Masshedoña / Diciembre 21st, 2007, 2:21 am / #

 

 

TEATRO TÉCNICO PARA ACTORES GRUPOS Y SALAS PRODUCIDA POR CARLOS CANAVESE (R) 1999