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TEATRISTAS NOTABLES

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SAN GINES

  

San Ginés

 

nació en la Antigua Roma del siglo III. 

Era actor, y mientras representaba una comedia ante el emperador Diocleciano, se le ocurrió parodiar el Bautismo, que había presenciado unos días antes. 

Pero se produjo un milagro, y al recibir el agua, mientras realizaba la comedia el emperador se convirtió al cristianismo. 

  

Fue torturado y decapitado por el prefecto de Roma en el año 286.

Las referencias históricas que han llegado sobre su vida son escasas. 

Actor de profesión, es conocido por que tenía que representar una parodia del bautismo cristiano. 

  

El espectáculo en el que tenía que burlarse de la religión delante el público y el mismo emperador se tornó en una profesión de fe cristiana. 

Llegado el momento de la representación, hace el gesto de pedir el bautismo y, al mismo tiempo, declara delante de todos creer en la fe y el bautismo de los cristianos. 

Con inusitada valentía, dirigiéndose al emperador y a los espectadores, los exhorta a recibir la fe cristiana. 

  

Si bien en el emperador se produjo un acto de fe en el resto de los politicos el resultado fue todo lo contrario y se lo juzgo por blasfemia

El resultado fue, que fue sometido a varias vejaciones y tormentos y  finalmente, librado al prefecto Plauziano quien, delante la firmeza de Ginés, ordenó su decapitación. 

  

La crítica histórica acepta el hecho, al menos en su fondo, como verídico, e identifica al emperador con Diocleciano, lo que situaría la muerte del Santo en la conocida persecución cristiana alrededor del año 303.

  

Es conocido que en el siglo VI ya se celebraba su fiesta el 25 de agosto. 

También es sabido que el Papa Gregorio III (731-741) hizo reconstruir una capillita dedicada al Santo. 

Se lo ha representado con careta de actor y con un instrumento de cuerda entre sus manos. En el museo del Prado (Madrid) hay un cuadro sobre el martirio de San Ginés de Roma, de Paulo Veronese (s. XVI). 

Veneraban este santo los músicos y comediantes.

Su festividad se celebra el día 25 de agosto."

  

  

San Ginés es el actor del Reino de los Cielos, 

el cómico de la bienaventuranza eterna, pero, a decir verdad, ha dejado muy pocas pistas tras de sí, y casi carece de corporeidad histórica. 

Por eso todo lo suyo tiene que ponerse entre interrogantes, que satisfarán a los escrupulosos de lo verosímil y de lo perfectamente documentado, cuyo número, como el de los necios, no es imprescindible engrosar. 

  

¿Hubo en la Roma de Diocleciano un mimo llamado Genesius que murió mártir después de convertirse de un modo tan súbito que sin duda en un principio su actitud se tomó por una falacia, haciendo suponer a todos que seguía representando? 

No hay pruebas. 

  

Tras su paso por el escenario, una vez la representación concluida, Ginés desaparece como si su persona hubiera sido sólo eso, una máscara, un papel. 

La tradición le hace actor que en una farsa tiene que hacer escarnio del bautismo de los cristianos, y que se convierte en escena cuando le resulta evidente que aquello que está ridiculizando en público es la verdad. 

   

Al declarar con valentía su nueva fe, al comprender todos que habla en serio y que  no actúa, es torturado y decapitado. 

  

Así, Ginés pasa a ser el santo teatral por excelencia, el que encuentra a Dios en el ejercicio profesional de su fingimiento. 

Simulando ser cristiano para hacer reír, descubre en sí mismo que lo es, y al terminar la ficción la verdad se identifica con el martirio y la muerte. 

Nada más lógico que un tema así haya sugestionado siempre a los dramaturgos, y desde un misterio francés del siglo XV hasta hoy esta historia forma parte del símbolo del teatro como imagen abreviada del universo: Lope en "Lo fingido verdadero", Rotrou en "El verdadero san Ginés" y el también francés Ghéon, quien en 1925 presenta al actor santo que al quitarse la máscara dice: «Soy Ginés y ya no lo soy».

  

 

TEATRO TÉCNICO PARA ACTORES GRUPOS Y SALAS PRODUCIDA POR CARLOS CANAVESE (R) 1999